Xavier Guzmán ha acumulado todos los méritos para ser bautizado como el lince de Doñana. El golfista catalán, afincado desde hace unos pocos años en Huelva, precisamente en el campo que ha albergado el LXX Campeonato de España de Profesionales, ha ejecutado con sigilo, pero enseñando las fauces y las garras en los momentos más adecuados, un triunfo majestuoso que le permite reeditar el éxito ya conseguido en 2013.
La presente edición se convirtió desde muy pronto en un duelo sin cuartel de antiguos campeones, el citado Xavier Guzmán –fino, acertado, por muchísimos momentos brillante, nada menos que 44 hoyos consecutivos sin cometer un fallo– contra un Alfredo García Heredia con vitola de doble campeón de España (2011 y 2014) y con evidentes ansias de ampliar a base de aciertos su hoja de servicios.
El asturiano, un ejemplo de solidez durante la primera mitad del campeonato, cuando miraba a los demás desde su atalaya de líder, chocó sin embargo con un Xavier Guzmán llevado en volandas por una sucesión de espectaculares aciertos crecientemente jaleada por la afición local, apasionada por sendas tarjetas de 6 bajo par, en la segunda y la tercera ronda, que le llevaron en volandas hasta un liderato que, eso sí, debía de mantener en la última y definitiva jornada.
La renta acumulada a base de buenas tandas de birdies y, sobre todo, ausencia de errores, era una auténtica declaración de principios por parte del lince de Doñana, cuatro golpes de ventaja sobre Alfredo García Heredia que convirtieron el último partido en un duelo de características cinematográficas.
La tensión, sin embargo, se palpaba en el ambiente desde primera hora de la calurosa mañana. Ambos con una diferencia insalvable en la práctica con respecto al resto de sus cualificados rivales, Xavier Guzmán y Alfredo García Heredia establecieron un tirante marcaje mutuo que adquirió ribetes de espectáculo cuando el asturiano, un ciclón de inicio, rubricó dos birdies en su tarjeta (hoyos 2 y 4) que redujeron la diferencia inicial de 4 golpes a parámetros donde la emoción y el espectáculo adquirieron máximo protagonismo.
Rigidez, presión, nerviosismo, estrés, angustia e incluso incertidumbre fueron conceptos que aparecieron de súbito sobre las calles y los greenes del bello recorrido de Doñana Golf, cuestiones plasmadas en dos errores consecutivos de Xavier Guzmán en los hoyos 7 y 8… sin embargo no solo reproducidos, sino incluso aumentados, por Alfredo García Heredia entre los hoyos 7 y 9.
Una bola debajo de un árbol antes de dropar en el hoyo 7; la bola enviada al agua y un putt defectuoso en el hoyo 8; otro putt errado en el 9… bogey, doble bogey y bogey inundaron la tarjeta de Alfredo García Heredia, inutilizando en la práctica su posible capacidad de reacción.
Bien es cierto que restaba aún una larga segunda vuelta, 9 hoyos de posibles alternativas, pero la distancia readquirida de nuevo por Xavier Guzmán –otra vez 4 golpes de ventaja– constituía un muro de proporciones descomunales incluso para un Vicente Blázquez que, aprovechando el desfallecimiento de Alfredo García Heredia, se colocó a su altura en la clasificación, más meritorio segundo puesto para quien ha rendido a un muy buen nivel a lo largo de todo el torneo.
“El doble bogey en el hoyo 8 me mató”, resumía con desconsuelo Alfredo García Heredia antes de partir hacia Barcelona para disputar el Open de España, su siguiente compromiso.
“Ha sido una muy buena semana, me voy muy contento. He trabajado e incluso he ganado el partido estelar esta última jornada. Este es el camino para seguir progresando”, afirmaba con satisfacción Vicente Blázquez.
“La clave ha sido la paciencia. Por eso, qué bonita forma de concluir –birdie en el hoyo 18, con putt desde 5 metros–, qué bonita forma de poder agradecer a Doñana Golf y a mi familia la confianza que han depositado en mí”,
sentenciaba quien desde ya mismo se puede vanagloriar de ser bicampeón de España Profesional con mirada y palabra de lince de Doñana.
Fuente: RFEG