The Gecko Tour regresa este martes con una nueva cita en Río Real Golf Hotel y Atalaya Golf & Country Club. Será el tercer torneo de 2016, una cita que ha generado mucho interés y que vuelve a situar al circuito de la Costa del Sol en lo más alto del escalafón en esta época del año.
Todos quieren jugar el Gecko y no faltan los motivos. Los campos están cada año mejor preparados, la organización es modélica y la competencia cada semana para lograr el triunfo es brutal. Ya no sólo es difícil fajarse para llegar a los últimos hoyos con opciones de victoria, sino que la exigencia para pasar el corte es tremenda.
Alrededor de cien jugadores se han inscrito para jugar esta semana. Superadas las vacaciones de Navidad son muchos los golfistas que retoman la competición, ya sea para luchar por el Orden de Mérito del Gecko o para preparar otros circuitos como el European Tour, el Challenge Tour, Ladies European Tour o LPGA. Las condiciones que ofrece el Gecko son difícilmente superables.
Por esta razón, no es extraño ver esta semana en el torneo a jugadores del calibre de Gabriel Cañizares, que la próxima semana competirá en el Omega Dubai Desert Classic del European Tour, Noemí Jiménez o Natalia Escuriola, que dentro de unos días arrancarán su periplo en el mejor circuito europeo femenino, Mark Tullo, Mario Galiano, Luke Johnson, Alfredo García Heredia, Jordi García del Moral, Andreas Andersson, Manuel Quirós, Marcos Pastor, Carlos Rodiles... El elenco es extraordinario y un buen reflejo del nivel que cada año está adquiriendo el Gecko.
El torneo se disputará, como cada semana, a tres jornadas. Los dos primeros días los jugadores alternarán entre el recorrido de Río Real y el de Atalaya, y el tercer día aquellos que pasen el corte jugarán en Río Real. Aún está en el recuerdo lo que ocurrió hace apenas un par de meses en esta misma prueba, aunque los campos se jugaron en orden inverso, es decir, se acabó el último día en Atalaya. El ganador fue el chileno Mark Tullo y Noemí Jiménez acabó en segunda posición, a tres golpes. Veremos qué sucede esta semana. La emoción está garantizada y la competencia, también.