Miguel Ángel Jiménez vuelve este jueves a la competición en el European Tour después de dos semanas de descanso. Regresa fresco, con las pilas cargadas y dispuesto a darle la vuelta a un discreto inicio de temporada. El malagueño disputará el True Thailand Classic en el recorrido Black Mountain CC, una cita compartida por el Circuito Europeo y el Asian Tour.
Jiménez ha pasado estas dos últimas semanas en su Málaga natal, trabajando, atendiendo al estreno de su Circuito Infantil en El Parador, así como a sus múltiples compromisos en su Academia de Golf en Torremolinos. Mucho ajetreo, mucho negocio, aunque también ha tenido tiempo para desconectar, para estar con los amigos, entrenar y, sobre todo, hacer examen de conciencia sobre un comienzo de año en el que ha fallado los dos cortes en el European Tour (Dubai y Malasia), sin bajar en cuatro rondas de los 72 golpes, números muy alejados de sus estándares habituales.
Si hay alguien que se conoce bien en el golf profesional ése es Miguel Ángel Jiménez. El golfista de Churriana ha analizado lo sucedido y ha llegado a la conclusión de que ha querido ir dos pasos por delante de donde realmente se encuentra ahora mismo. Las ganas y la ilusión ni las toquen, porque permanecen intactas, pero está convencido de que se ha equivocado en la manera de enfocar los objetivos en este arranque de 2016. Quizá las ganas por estar en los Juegos Olímpicos le han llegado a nublar y le han hecho alejarse de la filosofía que siempre acompaña su juego: carpe diem.
Hablamos con Jiménez durante su estancia en Málaga y lo tiene claro. “Mi pecado ha sido no vivir el momento y querer ir más allá. Como siempre digo, cuando lleguemos al puente ya lo cruzaremos, pero no antes”, asegura. Es decir, el referente del golf andaluz entiende que ha puesto el foco en los Juegos Olímpicos demasiado pronto, olvidando que para llegar a Río de Janeiro no hay otro camino que hacerlo bien semana a semana.
Lo más positivo es que el problema está detectado y que se ha puesto manos a la obra para corregirlo. Se acabó ir más allá, se acabó pensar en objetivos que no estén en juego esa semana. Sólo importa el aquí y el ahora. Paso a paso y golpe a golpe es como se alcanzan los objetivos más importantes. Ahora bien, que nadie se atreva a jubilarlo antes de tiempo. “Sé que hay gente que piensa que ya tengo 52 años y que dónde voy, pero yo tengo la misma ilusión, esta es mi vida y adoro lo que hago, y mientras sea así seguiré metido en esto”, explica.
Miguel Ángel Jiménez.