Pablo Martín Benavides (Málaga, 1986) ha cumplido 30 años hace unos días y no desespera en su empeño por volver a lo más alto del golf mundial. Acaba de estrenarse esta temporada en el Challenge Tour, el circuito donde quiere hacer camino en 2016, y lo ha hecho sin demasiada fortuna, pues el viernes se quedaba fuera del corte por dos golpes en el Real Club de Golf La Herrería, donde se ha disputado el Challenge de Madrid, tercera prueba del calendario.
Tuvieron que pasar más de 35 años desde la creación del European Tour para que un amateur consiguiera ganar un torneo en este circuito. La gesta corrió a cargo de Martín en Estoril, a principios de abril de 2007. Danny Lee y Shane Lowry igualarían más tarde el logro, pero el sello del primero es indeleble. El andaluz, que también es el ganador más joven del British Boys (2001) a la edad de 15 años y 120 días, iba a acceder al profesionalismo por la puerta grande, aunque enseguida comenzaría a darse cuenta de que el camino no era de rosas…
“La llegada al profesionalismo es muchas veces como si te soltaran en paracaídas en mitad de la selva. La adaptación puede ser muy complicada y no hay un manual de instrucciones”, suele asegurar el malagueño. Pablo le da más importancia a día de hoy a la planificación. “Si algo tengo claro después de todos estos años es que no puedes jugar por jugar, competir cada semana por el simple hecho de que hay otro torneo. El calendario es vital para el profesional. Mi objetivo hoy es estar al ciento veinte por ciento de concentración e implicación cada semana que juegue. Eso no te asegura los resultados, claro, pero te puede evitar algunos problemas, porque yo por ejemplo casi llegué a odiar el golf”.
Pablo, en efecto, tuvo que parar unos meses (año 2013). Alejarse del golf y replantearse la situación. Hoy se encuentra en paz consigo mismo. El deporte de los catorce palos vuelve a ser importante, un modo bonito y especial de ganarse la vida. A su juego, después de un año 2015 esperanzador, le falta ahora consistencia. Tampoco ha ayudado demasiado una lesión de menisco en la rodilla derecha a la hora de trabajar con regularidad en los dos últimos meses.
En La Herrería se quedaba fuera por algunos detalles, pero volvía a dejar claras muestras de su magia alrededor de los coquetos y complicados greenes del recorrido de El Escorial. En un campo donde algunos jugadores apenas pegan dos veces al driver, el malagueño lo sacó de su bolsa hasta seis veces en una ronda, pero este tipo de decisiones también tienen mucho que ver con su ADN de jugador, con su modo de entender el juego: si se pueda alcanzar el green desde el tee en un par 4 corto, por qué no intentarlo. Además, su drive funcionó notablemente. No tanto los hierros.
Su próxima parada en el Challenge Tour será dentro de dos semanas, en el Montecchia Open, un torneo con una bolsa de premios muy importante, donde por tanto se pueden marcar más diferencias en el ranking con una buena clasificación. Después quiere jugar también la semana siguiente en la República Checa.
Pablo Martín Benavides.