Scott Fernández ha jugado esta semana el Montecchia Open by Lyoness, una de las pruebas más importantes del año en el calendario del Challenge Tour, y ha redondeado una excelente semana. El jugador de Granada se marcha del país transalpino con varios logros en su mochila: ha rubricado su mejor tarjeta de siempre en el Challenge Tour (65 golpes) y ha sumado su primer top ten en un torneo profesional de máximo nivel. Un top ten que, además, le permitirá subir posiciones en la Race to Omán.
De este modo, bien podría decirse que Scott ha puesto en marcha la cuenta atrás para ingresar en el European Tour como graduado del Challenge. Hay que recordar que su gran objetivo esta temporada es acabar entre los quince primeros de la Race to Omán y conseguir así una plaza la próxima temporada en la Primera división. El camino es una maratón y no ha hecho más que empezar, pero Scott ha recorrido un buen trecho esta semana.
Se ha disputado una quinta parte de la temporada y el golfista andaluz suma ya una décima parte del dinero que hizo falta el año pasado para acabar entre los quince primeros. Hay que decir, por tanto, que de momento le salen las cuentas y, sobre todo, que su apuesta por jugar el Challenge, dándole prioridad frente al European Tour, está surtiendo efecto.
El objetivo de Fernández es convertirse en el quinto andaluz que logra la tarjeta del European Tour a través del Challenge. El pionero en estas lides fue Diego Borrego allá por 1995, hace más de veinte años. Después lo consiguieron Carlos Rodiles (2000 y 2009), Juan Parrón (2006) y Álvaro Quirós (2006). Es decir, han pasado diez años desde la última vez que un andaluz se graduó hacia el European Tour a través del Challenge. Scott Fernández está dispuesto a terminar con esta sequía.
Fernández ha jugado en lo que llevamos de temporada cuatro torneos del Challenge Tour y su balance es de tres cortes superados, un top ten, dos top 20 y tres top 25. No está nada mal para un novato.
Scott Fernández.
