Cómo tratar y llevar un proyecto de estrella

Domingo, 29 de mayo de 2016
Noticia

Antonio Jiménez es el padre y el entrenador de Noemí Jiménez, la neo profesional española de 22 años (el pasado septiembre dio el salto desde el golf aficionado), que acaba de ganar en el Club Zaudín de Sevilla el segundo torneo del Santander Golf Tour, el circuito nacional femenino.

Nadie como este hombre, por tanto, para hablar sobre la educación de estos proyectos de estrella. Y no hay que irse al top ten mundial para hablar de estrellas, pues en realidad cualquier joven que alcanza el estatus de profesional ya lo es de alguna manera, en comparación con los cientos de chavales que se iniciaron en el golf al mismo tiempo y no alcanzaron el mismo nivel. Nadie como Antonio, en efecto, en primer lugar porque su hija es desde luego una estrella en ciernes. Pero sobre todo porque a él le ha tocado vivir y ejercer el papel de educador desde los dos enfoques fundamentales: el de progenitor y el de profesor. "Mi tarea ha sido, es cierto, doblemente difícil, porque he sido las dos cosas, padre y entrenador, desde que ella tenía cinco años y empezó a jugar. No se escucha igual a un profesor que a un padre. Porque con el padre normalmente hay más confianza... Es más, cuando estamos trabajando tengo que decirle muchas veces que no me llame papá", explica con gracia este malagueño, curtido en la sierra, hijo de un pastor, hecho a sí mismo y formado en el golf desde niño en la cantera de los caddies de la Costa del Sol.

Una vez iniciada la conversación no tarda demasiado Antonio Jiménez en exponer las líneas maestras de la educación, tal y como él la entiende. Sirve para cualquier caso, por supuesto, pero aún más para esos jugadores y jugadoras que apuntan muy alto desde que son auténticos críos y que muy ponto comienzan a barajar el profesionalismo como una salida vital. "Lo más importante es tratar de criar y crear grandes personas. Fomentar la humildad siempre. Porque además de este modo también estás facilitando su mejora en el golf. Y lo explico: después de años y años entrenando y enseñando golf estoy convencido de que la clave de este deporte es la aceptación de los errores. Pues bien, una buena persona, alguien humilde, tiene menos problemas para aceptar un mal golpe, un mal hoyo, un mal día o un mal torneo", señala brillantemente.

Hay un segundo principio, según Antonio Jiménez, que no deja de estar relacionado con el primero: "la formación tiene que ir enfocada a darse a los demás. Los demás te tienen que querer antes por tu forma de ser que por tu nivel de golf. Cuidar todos los detalles de educación y respeto con los compañeros, los rivales, el campo, el material... Yo voy a defender siempre este tipo de enseñanza".

Hay buenos modelos a seguir. Inspiradores. Y Antonio a veces utiliza uno en concreto cuando está con sus chicos (entrena a decenas de chavales en la Costa del Sol): Rafael Nadal. "Aunque sea de otra disciplina él es el gran ejemplo. Si miramos todo lo que hemos dicho, él cumple con todo", sentencia.

 

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