La primera ronda oficial que Laura Cabanillas disputó después de dar a luz a la pequeña Valentina hizo bajo par. Fue en Alemania, en el Ladies European Tour, y habían pasado apenas dos meses desde el parto. Pareció fácil, pero realmente lo que escondía aquella ronda de golf era casi una hazaña. Hay que hacer un gran esfuerzo hoy en día para compaginar la maternidad con el golf de máxima competición. “Con una niña es ya muy difícil organizarse para poder llevar a cabo la carrera profesional, pero con dos es casi imposible. Para las mujeres es muy difícil seguir con la vida deportiva después de ser madre”, asegura la golfista malagueña.
La Real Federación Andaluza de Golf hace tiempo que recogió el mensaje lanzado tanto por Laura Cabanillas como por otras jugadoras profesionales. Hay un reto encima de la mesa y Andalucía ha decidido coger el toro por los cuernos. Se ha puesto manos a la obra para lograr una conciliación necesaria. Primero dando visibilidad al problema y después poniendo las soluciones que están en su mano. Por lo pronto, la Federación apoya al ciento por ciento el programa Women in Golf Charter, lanzado por el Royal and Ancient y en el que se aborda directamente esta problemática.
El objetivo de esta iniciativa es evitar, o al menos paliar, problemas como los de Laura. Aquella vez en Alemania tuvieron que organizar a conciencia el viaje. “Nos fuimos con unos amigos que se quedaban al cuidado de Valentina mientras yo estaba jugando y también se vino mi pareja, Manolo (Quirós), ya que si yo quiero rendir bien de verdad, necesito que él sea mi caddie. La primera ronda me fue muy bien, jugué bajo par, pero claro, al día siguiente jugaba muy temprano y Valentina siempre ha sido muy mala para dormir. Apenas pude descansar y acabé haciendo cuatro o cinco sobre par y fallé el corte por una”, señala. Este es el panorama de las mujeres que quieren seguir compitiendo después de ser madres, hablando siempre desde el punto de vista profesional, claro, nada que ver con las amateurs. De hecho, entre las aficionadas el golf es una de las prácticas más recomendables, ya que se puede compaginar el deporte con la familia de manera espléndida.
Aun así, el ideal del golf mundial y de Andalucía en particular es incrementar y hacer cada vez más atractivo el lado femenino del golf. La intención de Women Golf in Charter es aumentar el número de mujeres y niñas que juegan al golf y fomentar más oportunidades para que las mujeres trabajen en la industria del golf. Iniciativas como estas -y otras parecidas- pretenden ayudar a que esas dificultades que cuenta Laura puedan en un futuro ser, aunque solo sea parcialmente, superadas.
Hay otras propuestas a nivel profesional interesantes, como la que relata la propia Cabanillas. “No creo que sea mucho pedir. Igual que hay una oficina de torneo o salas donde comen las jugadoras, podría haber una guardería en los torneos profesionales. De hecho, eso existe en el LPGA Tour de Estados Unidos. Así, puedes dejar al niño y a la niña, sabes que están bien atendidos y los recoges luego. Así puedes trabajar. No creo que sean muchos niños ni que hagan falta muchas niñeras, no creo que sea tan difícil. De lo contrario, yo me tendría que buscar a una niñera allí y la verdad no me gusta la idea de dejar a mi hija con una persona que no conozco en un hotel… Con una guardería en el circuito me habrían facilitado la vida a mí y a muchas madres”, explica.
Sea como fuere, la competición corre por las venas de Laura y siempre que pueda seguirá jugando, y si no hay torneos, ya se encargará de montar partidos con otras profesionales para seguir divirtiéndose. Al final y al cabo, es lo que más le gusta. “El gusanillo de la competición lo voy a tener siempre. Entrenar no me divierte, pero la competición me gusta mucho. Los días previos a un torneo me da un poco de bajón, pero en el campo comptiendo soy feliz. Yo creo que ya no voy a volver a competir al máximo nivel, la niña tiene que ir al colegio, tengo al bebé, igual si hacen un senior de mujeres quién sabe dentro de unos años… Lo veo complicado, pero siempre que pueda jugar aquí sí porque cuando juegas desde pequeña es muy difícil desvincularte”, asegura. En este sentido, la campeona del Circuito de Profesionales de Andalucía agradece mucho a la Federación el esfuerzo que realiza organizando este circuito que acabó el pasado mes de agosto en Lauro Golf.
La apuesta de Andalucía por el golf femenino es firme y decidida. Se están sentando las bases para que cada vez más mujeres jueguen al golf. De momento, casi el 30 por ciento de las licencias andaluzas son femeninas y se organizan más de 120 competiciones al año para ellas. Hay problemas y dificultades como las de Laura, pero se está trabajando para conseguir que se eliminen todas las barreras que puedan existir.
Laura Cabanillas, junto a Valentina, su hija, y Manolo Quirós.