El malagueño Ángel Hidalgo Portillo, nacido el 28 de abril de 1998, ha dado esta semana un paso muy importante en su carrera. Se ha hecho profesional con apenas veinte años y unos días después de superar de manera brillante la primera fase de la Escuela del European Tour.
El fantástico jugador de Guadalmina comienza una nueva aventura tras unos años cuajados de éxitos como amateur. No en vano, en el momento de hacerse profesional era el mejor español en el ránking mundial aficionado, ocupando el puesto 17º.
Hacía tiempo que había tomado la decisión de dar el salto y estamos convencidos desde la Real Federación Andaluza de Golf que tendrá una carrera muy brillante. Hemos charlado con Ángel para que nos cuente cuáles son sus sensaciones ante este nuevo horizonte que se le abre.
¿Por qué hacerse profesional justo ahora?
Lo tenía pensado desde hace un par de meses. Tomamos la decisión de no irme a América a estudiar y con el apoyo de las federaciones es bastante más fácil. Me encontraba jugando bien, cómodo, había jugado alguna vez con profesionales y me había sentido a gusto y hemos dado el paso adelante.
¿Cómo valoras la primera fase de la Escuela y dónde crees que estuvo la clave para hacerlo tan bien?
Más que la clave o un momento, me encontré sorprendentemente relajado, más de lo que me esperaba. Los dos primeros días jugué de tee a green como nunca he jugado al golf, muy sólido, cogiendo muchos greenes, fallando un green en dos días y bastante contento. Es verdad que el último día antes de salir estaba un poco nervioso, pero es lógico porque te juegas mucho en la Escuela. Estoy muy contento de haber pasado esta primera fase.
¿Dónde crees que está tu principal virtud y qué piensas que debes mejorar ahora que te pasas a profesional?
Mi principal virtud es el juego corto, alrededor de green y de 90 metros para abajo me considero bastante sólido, desde búnker estoy muy cómodo y con el putter en la mano también. Necesito mejorar un poco el juego largo, no tanto el drive, que no es mi peor faceta, pero sí las maderas y los hierros largos.
¿Qué significa tu marca: ANKS, de dónde viene?
(Risas) Comenzó hace bastante años, en Guadalmina, los niños de la Escuela empezamos a acortarnos los nombres, Felipe era Fil, Pablo era Paps y Ángel fue Anks. Arrancó allí y poco a poco se ha ido expandiendo. A mí me gusta.
De todos los consejos que te han dado como amateur, ¿con cuál te quedas?
No sabría con cuál quedarme la verdad… Si tuviera que elegir uno sería el que me da mi padre cuando viene conmigo de caddie antes de pegar a la bola. Después de medir las distancias y calcular el viento, cuando aparta la bolsa, siempre me dice lo mismo: disfruta y sé valiente. Me quedo con ese consejo.
Además de la segunda fase de la Escuela, ¿cuál será tu próximo calendario?
Por ahora no tengo nada definido. Estoy centrado en la Escuela y no quiero pensar en nada más. Sólo me interesa la Escuela del European Tour. Gracias a la Española y la Andaluza tengo alguna invitación para torneos y en este sentido se juega más tranquilo sabiendo que tienes un respaldo.
¿Quién es tu equipo de trabajo más próximo en esta nueva andadura?
Es el mismo que llevo en los últimos años. Mi padre como entrenador principal y luego me ayudan Manolo Piñero y en Guadalmina Casto Gómez. No he sido nunca de cambiar de entrenador porque ha sido mi padre y no quiero hacer ningún cambio radical por el hecho de haberme pasado a profesional.
Ángel Hidalgo, durante la European Nations Cup de 2017.